MORENA, UNA APLANADORA LEGISLATIVA SIN TIMÓN

En la política, la ‘línea’ y la ‘disciplina’ fueron conceptos que como la mano invisible de Keynes -que acomodaba los equilibrios en la economía- ordenaron las piezas en la política al menos en Veracruz por más de 80 años. 

En la actualidad esos conceptos han dejado mucho que desear. Los noveles políticos detestan la línea y la disciplina, sin darse cuenta de que sin ellas corren el riesgo de zozobrar. Alguien comparó la política con el ajedrez en donde cada pieza tiene su real importancia y real poder por sí misma, pero que sin la mano del ajedrecista es un simple y bonito adorno.

Esta tarde, en un habilitado búnker, los diputados locales de MORENA están a punto de despedazarse (hipotéticamente hablando). Se ha filtrado que Amado Cruz Malpica, el Moreno más preparado y mejor currículo para dirigir la bancada, sufre el rechazo de sus pares y podría dejar Morena y armar con algunos de sus seguidores una fracción independiente. 

Por otro lado, un ‘incorruptible’ e impetuoso, pero novel diputado sin experiencia política, ex alcalde de Hueyapan de Ocampo y contador público de profesión, asegura que él será elegido coordinador de la bancada Morena y por ende presidirá la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso. 

Dos cosas: Si este diputado sureño cuenta efectivamente con ese número de apoyos podría a la larga causarle un fuerte dolor de cabeza por haberlo declarado y más haberlo asegurado. En la política nada es hasta que es. ¿Sabrá este joven diputado lo volátiles que son los votos secretos?

Las divisiones al interior de MORENA -aunque lo nieguen- motivadas por la falta de línea de quien tiene la responsabilidad de darla, están dando una negativa nota política.

Si no es Cuitláhuac, entonces quién es el ajedrecista, ¿Rocío Nahle? ¿Ricardo Ahued Bardauil? ¿Manuel Huerta Ladrón de Guevara? Los dos primeros como senadores y el tercero como líder de MORENA en Veracruz. 

Alguno de ellos tendrá que llenar el hueco que Cuitláhuac García Jiménez parece despreciar, pues cuando el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador se entere del desbarajuste al interior de su equipo legislativo en Veracruz, a ellos, y solo a ellos, les pedirá cuentas. 

Cuitláhuac, Rocío, Ricardo o Manuel deben ponerse las pilas y deben hacerlo ya, puesto que el calendario Constitucional de la Legislatura es fatal: antes de la comparecencia del Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, deberá estar integrada y formalizada la Junta de Coordinación Política (Jucopo); negociar y ajustar la agenda legislativa al menos para el primer periodo ordinario de sesiones, integrar las comisiones legislativas, preparar las comparecencias para la Glosa del II Informe de Gobierno y, lo que es peor, las comparecencias personales que por Ley hará el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, sin contar la integración de las Comisiones de cortesía que reciben y despiden al gobernador del Estado. 

Muchos de los nóveles diputados de Morena no se dan cuenta de dónde están parados, no se dan cuenta que están jugando en las grandes ligas de la política y sería bueno que ya se fueran poniendo de acuerdo para dejar de dar la pésima señal de desintegración. 

Sean serios señores.