Verónica Hernández Giadáns quedó completamente insostenible como encargada de la Fiscalía General del Estado luego de la aceptación que este martes hizo, durante su comparecencia ante diputados del Congreso local, de su cercano parentesco con una integrante de un grupo del narcotráfico que opera en el sur de Veracruz.
Porque aun cuando en efecto la familia no se elige, como pretendió justificar, no solo cae en un conflicto de interés monumental –si su prima hermana no es detenida, ¿quién les creerá que no la protegen?-, sino que la misma presencia de Hernández Giadáns al frente de este organismo se convierte en un problema de seguridad pública y hasta para su propia persona, por las mismas razones.
No debe permanecer en el puesto. Nunca debió llegar. |