Cerrado duelo se presenta por la presidencia de Morena en Veracruz. Son tres los principales nombres que se barajan: Jaime Humberto Pérez Bernabé; Esteban Ramírez Zepeta; y Gonzalo Vicencio Flores.
De los 3 aspirantes, unos son conocidos y otros no tanto. Aunque eso de conocidos es muy relativo, puesto que como partido político Morena no llega a la media docena de años.
Pero, ¿Quiénes son? ¿Cuáles son sus pros y sus contras? ¿Qué aportan y de qué pie cojean? Se lo digo en pocas palabras:
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Jaime Humberto Pérez Bernabé, quien es apoyado por José Magdaleno Rosarles Torres, Consejero Nacional de Morena, y que a decir de los bien enterados es el más diestro en cuanto a discurso político se refiere. Tiene como atributos naturales el saber responder en cualquier terreno a los ataques de la oposición. Sin embargo, entre sus puntos negativos están que no es muy disciplinado y es conocida la forma de acordar temas y no respetarlos. De todos los aspirantes es quien mejor podría dar la batalla discursiva contra los gallones de los demás partidos como Joaquín Guzmán Avilés (PAN), Marlon Ramírez Marín (PRI) o Jesús Alberto Velázquez Flores (PRD). Sin embargo, tanto en la dirigencia nacional como en la cúpula Morena en Veracruz le conocen muy bien su punto flaco, y eso le podría causar ciertos problemitas a la hora de la elección.
Esteban Ramírez Zepeta, Comisionado del Movimiento de Regeneración Nacional en Veracruz y ex Jefe de la Oficina del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, es el otro aspirante fuerte. Su capital político que proviene de Palacio es hasta cierto punto veleidoso, puesto que así como lo puede beneficiar también lo puede perjudicar en el sentimiento de las bases, pues a éstas, la sola mención de la palabra ‘dedazo’ les cae como un gancho al hígado… como si les restregaran chile habanero en la lengua. Sin embargo, dentro de sus puntos fuertes es que tiene la capacidad de negociar y podría ser quien una a las desbalagadas fuerzas morenistas.
Mucho tendrán que trabajar Zepeta y sus simpatizantes para quitarse de encima ese estigma que hasta la fecha le acompaña, y si no lo logra podría perder la presidencia. Recuerden que en Morena nadie se calla las imposiciones, como recién se vio a nivel nacional donde de plano echaron a los candidatos y pusieron un dirigente interino.
No obstante, Ramírez Zepeta no está manco y también trae lo suyo en las bases, y si gana la Presidencia -como algunos aseguran Morena- podría ganar en cuanto a su unidad interna, pues a diferencia de Pérez Bernabé es más ecuánime, más conciliador y ha tenido más puntos mediáticos a su favor.
Otro Moreno que también tendría los arrestos y el apoyo de las bases sería Gonzalo Vicencio Flores, a quien por estatutos le hubiera correspondido suceder a Manuel Huerta Ladrón de Guevara cuando éste dejó la presidencia pues era Secretario General. Sin embargo, en lugar de hacer valer sus derechos estatutarios y presidir el Movimiento por el tiempo que le quedaba a Manuel Huerta, menospreció la opción y prefirió esperar para presidirlo por un periodo completo. Se alió con el ala más fuerte, pero a la vez la más rijosa, un grupo político dentro de Morena a nivel nacional comandada por el Senador Ricardo Monreal Ávila y su suplente Alejandro Rojas Díaz-Durán, sin saber que las ambiciones personales de estos por ganar la presidencia nacional de Morena lo habría de llevar al bando que actualmente se confronta con los gobernadores de Morena. Díaz-Durán, por ejemplo, se ha dedicado a golpear públicamente al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, lo que no ha caído muy bien entre las bases jarochas, por lo que si bien Gonzalo Vicencio traía buen jale político en varios distritos y municipios, hoy los momios no lo ponen como favorito. Rojas Díaz-Durán se lo llevó entre las ‘patas’ y lo destripó políticamente.
Hay otros muchos aspirantes más como Héctor Quintanar García, Vivian Bautista o Noé García López, pero la verdad sin muchas posibilidades reales. Aunque cuidado… en Morena todo puede suceder.
@frlicona |
