El Decálogo, de manera sucinta, es el siguiente:
1. Mantengámonos siempre informados de las disposiciones sanitarias; sigamos acatando las recomendaciones para cuidarnos y minimizar el riesgo del contagio, pero hagámoslo con independencia, criterio y responsabilidad.
2. Actuemos con optimismo.
3. Demos la espalda al egoísmo y al individualismo y seamos solidarios y humanos.
4. No nos dejemos envolver por lo material. Alejémonos del consumismo.
5. Recordemos que ante el peligro de contagio y de la enfermedad, la mejor medicina es la prevención.
6. Defendamos el derecho a gozar del cielo, del sol, del aire puro, de la flora y la fauna y de toda la naturaleza.
7. Alimentémonos bien; optemos por lo natural, lo fresco y nutritivo. Una de las alternativas es el maíz, el frijol, las verduras, las frutas de temporada, el atún y las proteínas obtenidas de animales de patio y de potreros, no engordados con hormonas.
8. Hagamos ejercicio acorde a nuestra edad o condición física.
9. Eliminemos las actitudes racistas, clasistas, sexistas y discriminatorias en general.
10. Tengas o no una religión, seas creyente o no, busca un camino de espiritualidad, un ideal, una utopía, un sueño, un propósito en la vida.
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