Lo anterior es relevante pues antes nadie se había atrevido a legislar sobre este derecho en favor de las mujeres.
Además, el Senado estableció nuevas y mejores condiciones laborales en materia de maternidad y la creación del Padrón Nacional de Centros de Trabajo Certificados en Igualdad de Género y No Discriminación, cuya existencia impulsará a los patrones a cumplir con los requisitos necesarios para ofrecer espacios equitativos, libres de violencia y seguros para las mujeres mexicanas.
Así más de un millón de veracruzanas saldrán beneficiadas una vez que la Ley sea aprobada por la Cámara de Diputados en su papel de revisora.
Entre los posicionamientos que más destacaron se encuentran los de la presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, Martha Lucía Micher Camarena, Mayuli Latifa Martínez Simón, presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos. Napoleón Gómez Urrutia, presidente de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, así como de las senadoras del PAN Kenia López Rabadán, del PRI Claudia Ruiz Massieu Salinas y de MC, Patricia Mercado, sin embargo, ningún discurso político por bien intencionado que sea siempre será insustancial sin la existencia de leyes que garanticen la igualdad de género, igualdad salarial y una vida libre de violencia.
Faltan más leyes y que sean de fácil aplicación, bien reglamentadas que permitan una institucional supervisión y sanciones ejemplares por la falta de su cumplimiento, pero ya se encontró el caminito.
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