En unos días más, los veracruzanos sabrán a cuánto asciende el daño patrimonial a las arcas públicas cuando la maestra Delia González Cobos, titular del ORFIS, dé a conocer a la Legislatura los resultados de la Cuenta Pública 2020… que se espera sea de nuevo millonaria como lo fue la del 2019 que ascendió a 2 mil 38 millones 503 mil 221 pesos con 83 centavos.
Por cierto, hasta la fecha no se ha dado a conocer cuándo se promoverá el fincamiento de responsabilidades y la determinación de daños y perjuicios de conformidad con el Título Quinto de la Ley Número 364 de Fiscalización Superior y Rendición de Cuentas del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave.
Imagínese si eso pasa con los daños que se causaron en el 2019… ¿Qué pasará con los del 2020? Por ello a los alcaldes y funcionarios que ya se van les importa un cacahuate que les descubran las maromas del ‘Año de Hidalgo’, pues para cuando se inicie en su contra la acción de la justicia ya estarán fuera de funciones o quizá incrustados en otros altos cargos de gobierno, con fuero e influencias como para que no se les toque ni un cabello.
El problema es que al Órgano Fiscalizador le faltan dientes; depende de lo que digan los diputados locales y las autoridades auditadas, para solventar las observaciones, tienen oportunidades y tiempo suficiente para borrar las huellas de la corrupción.
Los veracruzanos exigen que ya dejen de darle atole con el dedo al pueblo y respondan a la confianza que se les depositó en las manos en el 2018 a los gobiernos de la 4T.
¡Dejen de jugar! ¡Denla la autonomía necesaria al ORFIS para que se convierta en un verdadero FISCALIZADOR y no tapadera de corruptos. Delia González Cobos tiene mucha razón, ¡Se necesitan reformas Constitucionales! Y si se necesitan, pues hay que hacerlas y punto.
@frlicona | 
