Sin embargo, la mayoría de azules piensa que con la forma en cómo se decidió la reelección en el partido quedó fracturado nuevamente.
Marko Cortés lo sabe muy bien y quizá por eso buscó el cobijo de los -hasta ahora- más encumbrados panistas en el país, a los que destapó ayer como posibles candidatos del PAN para buscar la Presidencia en el 2024. Él sabe que así, al menos ellos, no podrían mostrar públicamente sus inconformidades y menos salirse del partido, pensando en que por ahí tienen una puerta abierta para intentar llegar al Palacio Nacional.
Fue una gran y apetitosa zanahoria la que les vendió a los destapados. Cinco minutos de fama.
Así, a su máxima conveniencia, Marko Cortés destapó ayer a ocho encumbrados gobernadores, exgobernadores, acusados e investigados por la justicia y algunos otros que le convenía tener de su lado para una reelección pacífica:
María Eugenia Campos, de Chihuahua;
Mauricio Vila, de Yucatán;
Diego Sinhué Rodríguez, de Guanajuato;
Francisco Javier García Cabeza de Vaca, investigado gobernador de Tamaulipas;
Francisco Domínguez, investigado ex del estado de Querétaro;
Santiago Creel, vicepresidente de la Cámara de Diputados;
Juan Carlos Romero Hicks, Titular de la Comisión de Transparencia en la Cámara de Diputados; y a
Ricardo Anaya Cortés, investigado, a quien definió como perseguido político.
Fue tal la osadía de Marko Cortés que quizá sin darse cuenta reveló en su discurso como logró el apoyo para su reelección al decir cómo convenció a cada uno de los gobernadores actuales a darle su apoyo. ‘Le dije a mi querida amiga Maru’, ‘Mi Maru, no te descartes, Acción Nacional requiere cartas rumbo a la Presidencia’.
Y pues claro, así le endulzó el oído a Maru.
¿Cómo le hizo con Mauricio Vila? Le dije, reveló: "Cuenta con una plataforma pareja y justa para todos, para que puedan jugar". Y pues Vila se rindió con pajaritos volando sobre su cabeza.
Y así mismo con Santiago Creel, con Juan Carlos Romero Hicks, con Diego Sinhué, Cabeza de Vaca y Pancho Domínguez, a cada uno y por su lado les fue lavando la cabeza y llenándoselas con el humo de contar con su apoyo para la tan ansiada candidatura del PAN por la Presidencia.
En el PAN se sienten vientos de imposición y regresión política, pues mientras se habla de no fracturar al partido se escuchan voces de inconformidad y derrotas como las que ven venir.
¿Cómo creen que se sienten ahora los seguidores de Adriana Dávila, a quien gran parte de los 270 mil afiliados que tiene el PAN en todo el país, exigían por fin tener a una mujer como dirigente del panismo nacional ya que Cecilia Romero lo fue, pero con carácter de interina cuando Gustavo Madero renunció a la dirigencia.
¿Cómo creen que están los 270 mil panistas que vieron cómo se brincaron el proceso de selección de la nueva dirigencia e hicieron con trampas estatutarias dejar en el camino a la misma Adriana Dávila, a Francisco Domínguez, de Querétaro y a Gerardo Priego dirigente del PAN en Tabasco?
Y es que en verdad el PAN está hoy más que fracturado.
Además, de lo que le sucedió al PAN en las pasadas elecciones de junio, que perdió bastiones de poder por todos lados, el mismo Marko aceptó en su discurso que en el 2022 están por perder electoralmente los estados de Durango, Quintana Roo y Tamaulipas y que solo tienen posibilidades de ganar Aguascalientes.
¡Imagínese!
Y, finalmente un recuento de las fuerzas políticas con la que el PAN de Marko Cortés cuenta: Manuel Gómez Morín y Javier Corral están que truenan y a punto de dejar el partido.
Expresidentes del blanquiazul como Gustavo Madero, fuerza inobjetable en el panismo nacional, renunció a la bancada de Acción Nacional en el Senado. Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala ya se fueron. Manuel Espino, expresidente azul, ahora busca ser candidato de MORENA al gobierno de Durango con muchas posibilidades de derrotar a su expartido; Germán Martínez, expresidente azul ahora milita en MORENA.
Además, y por si eso fuera poco: el estado actual de muchos de las principales fuerzas políticas del PAN están tratando de salir de la cárcel como el exsenador Jorge Luis Lavalle y otros andan a salto de mata para no caer en prisión como Francisco Javier García Cabeza de Vaca, investigado; Ricardo Anaya, investigado, Francisco Domínguez, investigado en el caso Lozoya; Ernesto Cordero, acusado, Salvador Vega Casillas, acusado.
¿Por qué se han ido? A muchos de ellos poco les dejó haberse dejado llevar por el canto de las sirenas de Peña Nieto. A otros las ambiciones por el dinero, pero eso mejor ¡Que lo conteste Vargas, como decía Don Rubén Pabello. El hecho en firme es que el PAN no las trae todas consigo y no se ve por dónde puedan levantar el vuelo de repente para competir en el 2024.
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