Pero aunque los magistrados locales (claramente al servicio de Morena) tuvieron que admitir la violencia de género, en su nueva resolución argumentaron que eso que no quisieron ver en su primera sentencia “no fue determinante en el resultado de la elección”.
La decisión de los magistrados violentó de manera flagrante lo establecido en el artículo 396 del Código Electoral de Veracruz, que se refiere a las razones para anular una elección y que en su fracción VIII incluye que “se acredite violencia política en razón de género”, sin poner como condicionante que se haga un cálculo numérico sobre su impacto en el proceso.
Una vez conseguido su objetivo -y quizá bajo los influjos del alcohol, estimulante al que es muy aficionado- Sergio Rodríguez Cortés se sintió con el poder suficiente como para enfrentarse a la Iglesia Católica y acusó a quien fuera arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios (fallecido en el mes de agosto del 2021) de aliarse con la delincuencia organizada para impulsar a Ingrid Romero, sobrina política del religioso.
La respuesta no se hizo esperar, y el vocero de la arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, advirtió que Sergio Rodríguez Cortés -a final de cuentas servidor público en el gobierno estatal- había mentido, calumniado y difamado al fallecido arzobispo, por lo que recurriría a las instancias jurídicas pertinentes.
Frente a las bravatas del dipsómano funcionario menor, Suazo Reyes evitó un debate estéril, pero le dio seguimiento al tema jurídico.
Este miércoles un prominente abogado veracruzano, reconocido por su dominio de las nuevas técnicas jurídicas, tuvo su primera entrevista con personalidades de alto nivel de la Iglesia Católica en la entidad, con la finalidad de ir definiendo la estrategia legal y llevar el agravio a los tribunales.
Muy cara le va a salir esa borrachera al procurador del Medio Ambiente.
filivargas@gmail.com
(DE LA COLUMNA "PUNTO DE VISTA") |