SE LE ESTABA haciendo tarde al delegado federal de los programas sociales en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, al no haber dicho nada respecto de sus aspiraciones políticas con rumbo a la sucesión gubernamental en la entidad veracruzana, sino hasta ahora que levanta la mano y grita a los cuatro vientos que también quiere ser parte de este proceso electoral, donde habrá de elegirse al nuevo titular del poder ejecutivo del Estado.
Así, haciendo caso a todas las menciones que se han venido haciendo desde hace tiempo, como uno de los personajes veracruzanos que tendrían la oportunidad de disputar este importante cargo político, pues se anima y antes de que le coman el mandado se dispone a trabajar políticamente para tratar de lograr la confianza de los veracruzanos, esperando que llegado el momento ya tenga en sus manos la candidatura del movimiento político denominado Morena.
Aunque bien se le han adelantado en esta aspiración, por lo menos dos importantes actores políticos, como es el caso de Rocío Nahle, secretaria de energía del gobierno federal, y Sergio Gutiérrez Luna, todavía presidente de la mesa directa de la cámara federal de diputados, parte integrante, desde luego, del Congreso de la Unión, Manuel Huerta Ladrón de Guevara despierta recientemente y se declara listo para competir por la gubernatura del Estado.
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De esta manera, podría decirse que son tres los personajes que han manifestado abiertamente su deseo de buscar la nominación política del movimiento de regeneración nacional, en Veracruz. Huerta Ladrón de Guevara tuvo la oportunidad de darse varios baños de pueblo durante el proceso de vacunación en la entidad, pues fue uno de los operadores políticos encargados de esta misión, donde, además, también repartió tarjetas de presentación a todo mundo con la finalidad que hoy se conoce, es decir, de ir preparando el camino para su decisión final de estar, prácticamente, en la jugada del dos mil veinticuatro.
Lo que por ahora se viene discutiendo mucho sobre Huerta Ladrón de Guevara, es si su cercanía con el presidente abarcaría dos aspectos interesantes, uno que tiene que ver con la amistad, que le ayudaría sin duda, y otro sería el financiamiento de una posible campaña política, más ahora que los recursos son escasos y la inflación ha elevado considerablemente los precios de todos los insumos necesarios para realizar una tarea proselitista. |
