Luego del brutal accidente en la Línea Dorada y de los conductores alcoholizados sorprendidos hasta las manitas conduciendo los vagones repletos, el sentido común indicaba que al Gobierno de Sheinbaum podría fallarle cualquier otra cosa, menos el Metro.
Este añejo sistema de transporte es la patente prueba de que en México se usan las cosas hasta que se caen a pedazos y que se les da mantenimiento solamente para ir capoteando la desgracia. ¡Caray! Para un sistema colectivo de transporte con líneas construidas hace más de 50 años, la pregunta no es si fallará, sino “¿Cuándo?”.
Ante ese problema, quienes se subieron inmediatamente al ring fueron los 21 gobernadores de MORENA y el Presidente Nacional de ese partido, Mario Delgado Carrillo, quienes en un comunicado conjunto condenaron “el uso político y faccioso que la oposición ha hecho de este accidente”.
Consideraron como “reprobable e inmoral que se busque lucrar con el dolor de las familias para sacar raja política atacando al Gobierno de la Ciudad”.
Y sí, tienen razón, fueron muchos los que buscaron sacar raja política, pero lo que ellos hicieron con ese comunicado fue casi lo mismo.
El escueto comunicado de tan solo cuatro párrafos dedica solo uno de ellos a externar el pésame y la solidaridad con las personas heridas, las afectadas y con los familiares y amigos de la joven que lamentablemente perdió la vida… pero los otros tres párrafos fueron dedicados a la grilla, a defender a Claudia Sheinbaum y al Gobierno de la CDMX y a atacar de forma reactiva a la oposición.
Claudia Sheinbaum anda en una desatada gira por todo el país promoviendo su imagen, pero haría bien en atender mejor su casa porque en una eventual candidatura en el 2024 podría ganar en las provincias, pero perder en casa… y quien pierde la CDMX está casi, irremediablemente, destinado a perder la Presidencia.
@AtticussLicona
(Columna "Política al Día") |