Se trata de un discurso ya conocido y masticado en el círculo cercano al tabasqueño. De hecho, quienes ya aceptaron dicho acuerdo (a cambio de verse beneficiados con la candidatura) son tanto Claudia Sheinbaum como Adán Augusto López, mientras que Ebrard (en charlas privadas con AMLO), no ha querido comprometerse aún.
Y es que detrás de varias decisiones relevantes del presidente en lo que va de su mandato, (como el AIFA, Dos Bocas y el plan B electoral), por mencionar algunos, no ha estado sólo Adán Augusto López, también el oportunamente oculto “Andy”. Son las voces maestras.
“El 2030 es para mi hijo Andrés Manuel”, escribió, firmó y comunicó López Obrador, y quien quiera tener la opción de ser candidato rumbo al 2024 tendrá que aceptarlo y firmarlo en un documento interno. “Es mi sueño y mi deseo”, dijo.
Es Andy para el 2030, (y tan platicado está entre familia, amigos y colaboradores), que el susodicho ya trabaja en su esquema de gobierno con quienes habrían de conformar su gabinete, dando por sentado que un morenista ganará en el 2024.
¿Será que “del plato a la boca se caiga la sopa” en el proyecto de “Andy” López?, ¿habrá otro López en el 2030 despachando desde Palacio Nacional? Estemos atentos, todo puede pasar.
Twitter: @aaguirre_g
(COLUMNA "AL RESPECTO") |