La relocalización de inversiones que estaban en China y otros países del sudeste asiático y su traslado hacia América Latina y en especial a México y Centroamérica, conocida como nearshoring, es uno de los fenómenos que caracterizan la desglobalización y las actuales transformaciones en la geopolítica mundial. En esta relocalización México es uno de los grandes polos de atracción y reubicación de inversiones, que han generado en el primer semestre de 2023 la cifra récord de inversión extranjera directa de alrededor 30 mil millones de dólares, inversión que junto con el aumento en las remesas que mandan principalmente nuestros paisanos y paisanas que trabajan en E.U. y Canadá, favorecen y explican el fortalecimiento del peso mexicano. La fuerza que ha cobrado la moneda mexicana en los últimos meses, el hecho de que la economía del país está creciendo, aunado al repunte e impulso y actualización que se le está dando a la infraestructura del país, impulso que el país necesita con urgencia y que no había tenido en regímenes anteriores, son claros signos de que la economía mexicana avanza por buen camino, no exenta de rezagos y dificultades en algunas áreas sensibles que siguen sin atenderse adecuadamente como la salud y la educación.
El crecimiento económico ya rebasó el esperado 2.5% y se prevé llegue al 3.5%, cifra alta considerando que venimos de una pandemia que se prolongó por más de 2 años y frenó bruscamente la actividad económica, aun así, se espera que con el nearshoring se creen al menos 250,000 empleos formales y bien remunerados en este año. Los programas sociales permitieron paliar la pandemia del Covid-19 y han permitido fortalecer el mercado interno que requería ser impulsado para asegurar a las empresas la demanda para sus productos y servicios, para crear los empleos que necesita la población joven y para recuperar los que se perdieron durante la pandemia.
Las obras del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y las empresas nacionales y extranjeras que se ubicarán en su franja paralela de 15 kilómetros, la recuperación y revitalización de los ferrocarriles, arterias y venas cortadas o reducidas anteriormente, la ampliación y actualización de los principales puertos nacionales, la modernización y los proyectos de creación de nuevos aeropuertos, el rescate y ampliación de la industria energética nacional, y la ubicación de fuertes inversiones en el norte, centro y occidente del país, la paulatina recuperación y fortalecimiento del campo mexicano y de la producción nacional de alimentos básicos que antes importábamos en un 80% son algunas muestras del fortalecimiento que está teniendo la economía mexicana.
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Este crecimiento económico requiere ya y va a requerir una mayor cantidad de profesionistas y posgraduados, recursos humanos y talento altamente calificado especialmente en las llamadas profesiones STEAM, esto es, profesionistas en las áreas de las Ciencias, las tecnologías, las ingenierías, las matemáticas y el arte, pero la demanda de estas profesiones no está en las preferencias de la mayoría nuestra juventud, lo que constituye un reto gigantesco para las instituciones de educación superior y para las políticas públicas para la educación y el empleo, por ello la urgencia de actuar ya.
*La autora es doctora en economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Licenciada en Economía por la Facultad de Economía de la Universidad Veracruzana. Profesora-investigadora y directora del Centro para la Calidad e Innovación de la Educación Superior (CCIES) del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara.
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