El proceso electoral local 2024-2025 para la renovación de los ayuntamientos iniciará a partir de noviembre, en menos de dos meses y medio, cuando se instale el Consejo General del OPLE, y la elección de las nuevas autoridades locales será el 1º de junio del próximo año. Estarán en juego mil 54 cargos: 212 presidencias municipales, 212 sindicaturas y 630 regidurías.
Después del avasallador triunfo de Morena en la pasada elección, se da por hecho que la inercia alcanzará la elección municipal y que el partido en el poder continuará predominante, por lo que sus candidatos serán objeto de atención y de interés.
Hay un dato relevante, si es cierto, se confirma y la señora Nahle lo cumple, que puede impactar negativamente en la oposición desde antes de que se llegue a las urnas: presidentes municipales en funciones de Morena y partidos aliados que tienen interés en el proceso de sucesión y en recomendar prospectos como candidatos para sucederlos, han recibido una respuesta muy puntual de la gobernadora electa: sí, pueden hacerlo, con una sola condición: que no recomienden a ningún familiar. Algunos presidentes municipales que han tocado el tema con ella lo platican.
En los últimos años, el cacicazgo político familiar se convirtió en una práctica común en Veracruz, casi ya en una costumbre, en un vicio, en una práctica antidemocrática. Quienes están por salir como autoridades municipales quieren que queden en su lugar sus familiares: esposo-esposa, hijos-hijas, hermanos-hermanas, sobrinos-sobrinas y toda la parentela hasta en cuarto y quinto grado de parentesco, tal y como se ha sucedido en el PRI, pero sobre todo en el PAN y en el resto de los partiditos satélites.
En Morena, la intención de imponer a familiares en cargos municipales la puso en práctica el propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez con su presunta media hermana Dorheny García Cayetano, a quien quiso hacer alcaldesa de Xalapa y ahora lo está intentando de nuevo, no obstante que será diputada local en la nueva legislatura (en realidad ha aspirado a todos los cargos, al grado que el hoy senador electo Manuel Huerta dijo que solo faltaba que se postulara como candidata a reina del carnaval).
Hace muchos años, pues, las militancias y los ciudadanos no tienen oportunidades de competir y convertirse en autoridades municipales, porque unas cuantas familias tienen secuestradas las candidaturas, siempre con el visto bueno, o la complicidad de las dirigencias de sus partidos.
Por eso la decisión de la gobernadora Rocío Nahle, si deveras la lleva a cabo, refrescará el ejercicio político en el estado y puede cambiar prácticas y acabar con los cacicazgos familiares, pues si el ciudadano ve que por fin se le abren las oportunidades de demostrar su valía permitiéndole ser candidato y nueva autoridad, en automático rechazará las imposiciones de los mismos de siempre. La medida fortalecería la militancia de Morena, pues entonces todos querrían participar activamente sabiendo que por sus méritos pueden alcanzar candidaturas.
Que el columnista sepa, la decisión de la gobernadora ha llegado a oídos de los partidos aliados de Morena y sus dirigencias han tomado ya nota. Es saludable para la democracia lo que pretende y se debe saludar con esperanza.
En esa tesitura, resulta oportuna la información que dio la consejera del OPLE, Mabel Hernández Meneses, de que ya se aprobó la implementación del sistema “Candidatas y Candidatos. Conóceles”, en el que se publicará información curricular y propuestas de los candidatos a alcaldes.
El sistema puede ayudar al voto informado, esto es, para que los ciudadanos valoren con anticipación si quien desea representarlos cumple sus expectativas, y de paso sepan qué partidos permitieron que sus alcaldes salientes impusieron a sus familiares para que los sucedan y así continuar acaparando el poder.
(DE LA COLUMNA "PROSA APRISA")
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