El tiempo es oro, y si este se pierde las oportunidades se escapan.
Rocío Nahle sabe de que se está hablando y sabe que para que el Plan México que impulsa Claudia Sheinbaum era necesario destrabar los caminos. El Plan México apuesta por la generación de energía, de gas no asociado, carga portuaria y el comercio internacional. Pero eso no se podrá dar solo y menos con una burocracia repleta de trámites engorrosos, producto de rancios esquemas de corrupción.
De Veracruz se espera mucho en el Plan México de Sheinbaum y es obligado cumplir o cualquier sueño relacionado con la sucesión presidencial o consolidar el poder político de la 4T podría quedarse en eso: un sueño.
Claudia Sheinbaum lo sabe y por ello envió a su carta fuerte en estos menesteres, Altagracia Gómez Sierra, Coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización, la que de parte de Sheinbaum aprieta y da seguimiento a las instrucciones de la presidenta Sheinbaum.
Veracruz tiene mucho trabajo por delante y es responsabilidad directa del titular de Desarrollo Económico Ernesto Pérez Astorga, puesto que en el país está ubicado en el sexto lugar de mejora regulatoria y por el esfuerzo que se debe hacer es mayúsculo. Titánico.
Altagracia se llevó una buena impresión al conocer que en tan solo 42 días se liberaron todos los permisos para la instalación de la planta Constellation Brands, y que la digitalización de trámites va en tiempo y forma para optimizar los procesos que se requieren para que las inversiones fluyan y se localicen en suelo veracruzano. El siguiente reto que tendrá Ernesto Pérez Astorga es la que la inversión anunciada por la Nestlé no tenga ningún contratiempo para que se aplique.
De la eficiencia de Pérez Astorga dependerá que los proyectos del Plan México como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, los Polos de Desarrollo del Bienestar; la planta de fertilizantes en Poza Rica y el del Tren del Golfo no se frenen por trámites burocráticos engorrosos.
El elefante burocrático tiene que despertar y lo más pronto posible porque la gobernadora Rocío Nahle se juega la vida política en ello y Altagracia Gómez Sierra no le quitará el ojo de encima.
Así que Don Ernesto, a trabajar las 40 horas del día, los 40 días del mes y los 500 días del año. Su cabeza estará en juego, porque Veracruz y Rocío Nahle no tienen margen de fallas. El hombre tiene experiencia, tablas y agallas, así que ni un paso atrás ni para agarrar impulso.
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