Justo al principio de su campaña Héctor Yunes Landa había estado malo de la garganta. Fue al primer o segundo día de la misma cuando con la garganta casi cerrada tuvo que seguir en los mítines tratando de medio hablar. Aún así, continuó acercándose a la gente. Y es que entrar, salir, regresar de aires acondicionados al calor infernal de algunas zonas del Estado, hacen que cualquiera se enferme. En Kiosko mencionan que HYL “hizo una revelación importante ayer. Nos cuentan que en el poblado de Paso Doña Juana, al recibir el respaldo de los integrantes de la Sección 32 del SNTE veracruzano, el senador con licencia comentó que, a pesar de lo bravo que es, le tiene pavor a las inyecciones y este viernes por la noche y el sábado por la mañana le tuvieron que aplicar dos ampolletas para abrirle la garganta debido a que con tanto cambio de clima se quedó afónico y ahora sí... a seguir con todo en la recta final de la campaña”. Pues bueno, mientras siga hablando para esbozar las soluciones del Estado, está bien… que lo siga haciendo, aunque lo sigan inyectando. |