Ana Ledezma alzaba cada vez más la voz y con mayores gritos era callada por Octavia, por lo que Callejas activó el plan B y la mayoría de los diputados priístas abandonaron el salón del pleno. Se quedaron solo dos o tres quienes de plano se rebelaron a la orden de Nicolás Callejas. Entre ellos, sumamente molesto e indignado por la forma tan vergonzosa en que sus compañeros diputados le daban la espalda al debate y salían corriendo, estaba el diputado “priísta” xalapeño Ricardo Ahued Bardauil.
Ahued ya ha dado muestras de respeto por el ejercicio legislativo, no solo en la aldea sino también sus actuaciones en la máxima tribuna nacional del Congreso de la Unión han sentado precedentes de valor y de coherencia. Con sus posturas serias se ha ganado el respeto de la sociedad y el encono de sus correligionarios que lo ven muy lejano al que hasta hoy es su partido político, el PRI. Su figura honorable ha sido utilizada por el PRI solo para ganar elecciones, y es la fecha que pocos entienden por qué no se convierte en Independiente.
Ayer, Ahued dio una cátedra de lo que deben ser y hacer los diputados y se los dijo claro con palabras fuertes pero verdaderas, cuando acusó a los priístas que abandonaron la sala de incompetentes y cobardes: “Me dan vergüenza, se supone que aquí venimos a debatir, si no están de acuerdo, por eso nos pagan, pero irse, correr de manera cobarde es algo que no podemos tolerar”.
Explicó y criticó: “Eso de salir corriendo en un debate es una vergüenza. Yo no puedo salir a la calle y que me sigan señalando por culpa de ineptitudes de gente de mi partido. No lo merecemos; no podemos salir corriendo cada vez que nos incomoda algo”.
Ahued ya pintó su raya: “No me importa lo que diga mi partido, yo no tolero semejantes barbaridades, yo solo obedezco a mi conciencia y a mi criterio”. Es decir, ni el PRI, ni Juan Nicolás Callejas Arroyo, gobiernan su criterio, su actuar, su pensar. Él sí sabe que para estar en el Congreso hay que responderle al que paga, el Pueblo. ¡Vaya pantalones! ¡Vaya nivel tan bajo de los diputados priístas!
A días de la contienda electoral, los diputados priístas en nada abonaron a la confianza ciudadana. La defecaron y feo. Si así son los que están… ¿Qué se puede esperar de los que lleguen? |