Con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos, miles de mexicanos son susceptibles a sufrir las consecuencias de forma inmediata. Ejemplo de ello son las “miles de mexicanas víctimas de violencia doméstica en Estados Unidos, que han perdido la oportunidad, en algunos casos, de ver a sus hijos durante muchos años, pues han sido deportadas sin respetarse su condición de madres y víctimas de violencia”. De acuerdo a I(dh)eas, litigio estratégico en Derechos Humanos A.C., en el video adjunto de archivo, “el Estado Mexicano ha sido omiso en brindar una adecuada asistencia consular y garantizarles el acceso a la justicia y a una vida libre de violencia. El caso de Verónica González-Plata López, acompañada por I(dh)eas, refleja esta situación. Verónica lleva 10 años sin ver a sus hijos y la cancillería mexicana le continúa negando la posibilidad de contratar un abogado para gestionar las visitas o la restitución”. Y si eso era con Presidentes “amables”, ahora imaginémonos qué pasará con un Presidente que ve a los mexicanos como delincuentes. La Cancillería mexicana deberá ser mucho más activa y salvaguardar los derechos de los mexicanos o nos irá de la Trumpada. |