En los cafés comentan el gran dilema de la mayoría de diputados federales priistas que en la pasada elección perdieron de calle municipios en sus distritos.
Delegados del Partido aseguran que los diputados ni las manos metieron por sus “experimentados cuadros”, y aunque algunos aseguran que la desidia se ha apoderado de ellos, otros más osados aseguran que no metieron las manos porque vendieron la plaza a Yunes Linares, sabrá Dios a cambio de qué.
El problema es que esto también lo piensan en el Altiplano y según fuentes del CEN ahora serán los diputados quienes podrían ser los apretados por la PGR para que recuerden a quién deben la curul pues después del 2018 -sin fuero- serían presa fácil.
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