Dicen y dicen bien los sabios bebedores de café, que nada se puede dimensionar cuando no hay con qué comparar.
Por más que la Auditoría Superior de la Federación diga que Javier Duarte desvió 47 mil millones de pesos, no duele, pues no se dimensiona si no hay puntos de comparación.
Pero si con solo 140 millones de pesos se puso en funcionamiento el Centro de Salud en la Reserva Tarimoya en el Puerto y se le dotó de equipo de primera y personal capacitado; y con otros 314 millones se terminó de construir y equipar el Hospital Infantil que hoy inauguró Miguel Ángel Yunes Linares, la pregunta que se hacen los sabios es: ¿Cuántos hospitales se hubieran podido poner al servicio con esos 47 mil millones desaparecidos por Duarte y su pandilla con la complacencia del ORFIS y diputados locales?
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