El caso Anaya-PGR -aquí se le ha dicho- parece estar preparado para impulsar al candidato presidencial hacia Los Pinos más que para derrumbarlo.
Así se aprecia porque la PGR, silenciosa, deja pasar el tiempo sin decir si en las investigaciones que ha realizado acerca de la participación de Anaya en una supuesta red de lavado de dinero existen o no elementos para llamarlo a cuentas.
Mientras, el tema le dio elementos a Ricardo Anaya para presentar ante el electorado banderas de alta rentabilidad electoral como la de ofrecer que al ganar la Presidencia llevará a juicio y encarcelará, si fuera el caso, al presidente Enrique Peña Nieto.
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