Este fin de semana José Antonio Meade anunció un “relanzamiento” de su campaña, una especie de “último intento”, “la última y nos vamos”, el “ahora o nunca”, y se acordó -después de meses- que sí es priista.
En el PRI nacional, con la llegada de René Juárez Cisneros, hay nuevos bríos y Meade volvió a vestir las prendas rojas y los logos tricolores, y buscan recuperar la base de los 6 millones registrados en el partido, su voto duro.
Pidió el apoyo de los priistas, de aquellos a los que durante meses despreció al venderse como un “ciudadano”.
|
¡Ridículo! Le tomó meses entender que la marca del PRI no se quita solo por decirse candidato externo y así como el cambio de Ochoa Reza se dio a destiempo, a ver si no este relanzamiento no se da demasiado tarde.
Si no repunta Meade antes del segundo debate, no hay nada que hacer. |