Los gobiernos priistas y panistas basaron sus triunfos electorales para llegar al poder de la misma forma en que hoy José Antonio Meade y Ricardo Anaya lo hacen: soluciones que apuntalan la macroeconomía y propician la concentración de la riqueza; soluciones que dan paz y tranquilidad a menos del 5% de la clase alta y poderosa de este país y de la clase media alta e incluso la media-media que desea conservar su estatus económico y social.
Pero hoy, esas ‘soluciones’ zozobran ante el mar creciente de una clase baja, de pobres y de extremo-pobres y marginados que hoy superan en muchos millones a las otras clases.
Espantarse de la enorme popularidad de Andrés Manuel López Obrador, es no estar al tanto de los reportes del INEGI ni del CONEVAL.
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