Todo comenzó cuando fueron cerradas las calles del Centro de Xalapa; cuando Hipólito anunció la llegada de López Obrador; cuando una camioneta extraviada y vacía del Ayuntamiento se metió cerca del templete y se le inventó el apoyo; cuando la gente se molestó por la circulación; y hasta porque hay vendimia de souvenirs.
Todo les arde a los antipejes que ven cómo se les escapa la Presidencia.
Pero la diferencia es clara. Por supuesto que hay ‘acarreados’; por supuesto que se afecta a terceros en día laboral; por supuesto todo causa suspicacia y hasta molesta (a algunos) que Cuitláhuac García coma en un restaurante de lujo horas antes del evento… pero eso sí, lo que más les duele es la enorme diferencia pues mientras azules y tricolores regalan playeras y gorras que van a la basura, estos fans de AMLO hasta las pagan de su propia bolsa y las conservan como reliquia.
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