Lo cierto es que esta Legislatura está terminando con carnitas al pastor, sarapes y colchonetas sobre la calle del Encanto frente a las cadenas y candados que amordazan las puertas del Congreso.
Es curioso, pero a estas fechas hace dos años, la mayoría de los analistas políticos coincidían en que PAN y PRD harían mancuerna con MORENA para cerrarle el paso al PRI y echar abajo las modificaciones realizadas con Duarte.
Sin embargo, no se cumplió. La fracción priísta se desdibujó, se formó una Fracción Mixta y hubo bandazos que segregaron a una reducida fracción Morenista que jamás se sintió a sus anchas ni pudo caminar sus más de 60 iniciativas que se quedaron en la congeladora.
No hubo, por tanto, praxis política, porque los villanos cambiaron de lado. MORENA vislumbró a tiempo que sus contrincantes en el Congreso no eran los priistas sino los panistas.
Al tiempo, se dio un evidente divorcio entre las fuerzas políticas que jamás se casaron aunque se preveía que podrían caminar juntas.
¿Qué viene en la próxima Legislatura? El pronóstico es que la fracción panista se quede sola, absolutamente sola, y que la minucia priista busque acomodo bajo la sombra cálida del poder Morenista. Veremos. |