Muy grave lo que comenta el periodista Manuel Rosete Chávez en su columna “Apuntes”, lo cual transcribimos textual:
“La madrugada de ayer jueves, sujetos armados se dieron a la tarea de balear la cortina de nuestras oficinas. Vecinos de 20 de noviembre, a la altura del 513, que es donde tenemos nuestro centro de trabajo, comentan que por la madrugada, entre las dos y tres de la mañana, escucharon las detonaciones. Este jueves por la mañana nos llamaron muy temprano para ir a ver lo que había pasado, encontramos las esquirlas y con el apoyo de un amigo que sabe de esto nos enteramos que los disparos eran de una pistola calibre 3.80, hechos desde la parte de enfrente (salón Los Ángeles) y punto”.
“Qué hacer ante esto que no sabemos si se trata de un acto de intimidación (lo más seguro) o resultado de un arranque de estupidez de un loco que se le ocurrió disparar su arma contra la cortina. Lo cierto es que a pesar de los consejos que nos daban decidimos no hacer nada, más que aguantar. Vivimos en una ciudad sin ley; estamos a merced de la delincuencia organizada que a diario da muestras de su presencia con ejecutados que deja por todas partes; no tenemos una policía eficiente que se encargue de proteger a los ciudadanos de los delincuentes y por eso actúan con toda impunidad, a cualquier hora; policía ministerial no hay porque el Fiscal es enemigo del gobernador y entre más daño le haga, mejor, ni para interponer una demanda, se ríen de uno; el clero ya ha dicho que estamos ante la posibilidad de un estallido social por la ausencia de un gobierno; la famosa Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP), refugio de vividores chayoteros, sirve para pura madre. Luego entonces, nos quedamos así, con la preocupación de estos violentos hechos que solo encuentran una explicación: ganas de intimidar a los medios de comunicación críticos”.
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