Con toda anticipación, la Secretaria había anunciado con bombo y platillo su viaje. Durante una reunión en Catemaco el 14 de enero dijo que “por primera vez nos van a acompañar diez alcaldes de todo el estado” (qué gran noticia; gastando en dólares y en euros cuando supuestamente están en austeridad) y adelantó sus propósitos.
“Vamos a hacer equipo porque además de ir a promover el Estado, además de ir a ver cuestiones de inversión, como cruceros (?), trenes (?), como un montón de cosas (¡¡¡???!!!), vamos a hacer la primera parte de la firma de hermanamientos entre municipios veracruzanos y alcaldías españolas”.
No quiero ni imaginarme la cara de espanto que han de haber puesto los promotores turísticos de España y de otras partes del mundo cuando la escucharon con ese floridísimo turístico lenguaje en un evento de nivel internacional donde van jugadores de Grandes Ligas turísticas; cuando les soltó que iba a tratar “un montón de cosas”.
¿Y qué crees estimado y respetado lector?, que con tus impuestos le pagaste su viaje trasatlántico. Que no había necesidad de ir a Madrid para hacer su propuesta porque la sede se decide en México y precisamente ayer se decidió y se la otorgaron a la hermana república de Yucatán, a la blanca y bellísima Mérida.
Y fue el mismo Torruco Marqués quien a través de su cuenta de Twitter hizo el anuncio. Pero resulta, además, que la sede se la disputaron solo la Ciudad de México y Mérida porque fueron las únicas dos ciudades que presentaron en tiempo y forma sus propuestas, no así Veracruz.
Torruco informó que el comité de selección conformado por ocho integrantes del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) determinó como sede la capital de Yucatán, que albergará el Tianguis por primera vez en su historia.
De consuelo nos queda que en Semana Santa llegue la carretada de turistas españoles para que haya valido la pena el viaje y todo el gasto que se hizo. ¡Ah! Y que los amos del jamón serrano se hayan quedado con el ojo cuadrado cuando vieron a doña Xóchitl bailar con un vaso en la cabeza en el pabellón mexicano (piensa que anda en actividades del Club Rotario).
Sobre las inversiones ibéricas, ya busqué la silla más cómoda para sentarme a esperar a verlas. |