Esa incertidumbre se ha potencializado en pánico hacia afuera de Palacio y se han agravado por las desafortunadas -malentendidas- declaraciones de algunos altos funcionarios de Hacienda y de la propia Oficina de la Presidencia. Declaraciones que han puesto a sufrir al sector empresarial, financiero y banqueros internacionales, dueños de la Banca Comercial en el país.
Mire usted si hay o no razón:
El Subsecretario de Hacienda Arturo Herrera, declaró en el Financial Times que la construcción de la refinería Dos Bocas en Tabasco sería suspendida y que los 2 mil 500 millones de dólares destinados -en el Presupuesto- para la obra serán para impulsar a Pemex.
Rocío Nahle, titular de Energía, y el propio AMLO salieron a desmentir el dicho y a decir que la Refinería va. AMLO se refirió a un malentendido de la entrevista otorgada por el Subsecretario de Hacienda.
Posteriormente el mismo Subsecretario Herrera dijo ante los banqueros del país en su reciente Convención de Acapulco que se utilizaría el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios para apoyar a Pemex. En la misma reunión, el Secretario de Hacienda, Carlos Manuel Urzúa Macías, le tapó la boca a Herrera al decir que no se ha determinado de dónde y cómo se dará el apoyo financiero a Pemex, aunque después en una comida privada confirmó a los banqueros que sí se tomará del Fondo para apalancar a Pemex.
Esos dos dislates del Subsecretario Herrera (llamémosle así) demuestran visiones diferentes que hay dentro de la propia Hacienda y las ideas del Presidente AMLO. Dos dislates que de ninguna manera podemos decir que fueron equivocaciones pues preparados están estos nuevos funcionarios, se trata aquí de visiones diferentes y eso es lo que causa incertidumbre, pues falta coordinación y una idea diferente de manejar el Presupuesto.
Finalmente, ayer Alfonso Romo, mandamás de la Oficina de la Presidencia, le puso un clavo más a la incertidumbre presupuestal al decir que durante las últimas semanas les han pedido más recortes al Presupuesto, que dice tiene en una situación muy complicada a las secretarías de Estado.
Es decir, ‘la promesa’ autorizada por el Congreso pende de un hilo al igual que la estabilidad y la confianza en la disciplina presupuestal, toda vez que las diferentes visiones de Hacienda y Presidencia no están a tono.
Lo que hasta hoy cunde como incertidumbre al interior de Hacienda, mañana puede ser pánico en los mercados.
Estemos alertas, y bien valdría la pena que AMLO le eche un ojo a este delicado tema.
@frlicona |