Como ya ha sucedido en otros países, en cuanto logren echarle el guante a Lozoya pueden suceder tres tipos de situaciones:
1.- Que Lozoya hable y señale a todos y cada uno de los exfuncionarios que estuvieron involucrados. Recuerde que como dijo el abogado de Lozoya, en este país nada se movía sin que lo autorizara el Presidente.
2.- Que la Fiscalía General de la República quiera llegar hasta las últimas consecuencias y darle definitivo golpe a la corrupción llevando a la cárcel a los expresidentes y exgobernadores que facilitaron las operaciones a Odebrecht, como una gran cantidad de mexicanos desean.
3.- Que Emilio Lozoya se calle la boca y se trague toda la culpa como un estoico ‘Chivo Expiatorio’, que sería el peor escenario para México.
En fin, el piso del tema está caliente y subiendo de grados. |