Durante la pandemia, 92.2% de las empresas no ha recibido ayuda porque no se enteraron de los programas oficiales existentes, de acuerdo con la fuente antes mencionada.
Aunque a partir del 1 de junio y la llamada nueva normalidad, la mayoría de los negocios tienen permiso para operar con restricciones. Estas son las historias de algunos microempresarios, profesionistas y empleados a los que la pandemia ha dejado sin ingreso, en la quiebra o muy cerca de ella.
ABRIR Y CERRAR POR UN CONTAGIO
Laura Medina, una pequeña empresaria que vive en Cuernavaca, abrió su negocio el pasado 6 de julio cuando el semáforo epidemiológico se puso en naranja. Ella junto con su familia se han dedicado por décadas a la venta de ropa en la capital morelense. Fueron meses de espera, de angustia por las cuentas por saldar. Las ventas a domicilio eran insuficientes.
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(Por Daniel Lizárraga)
Esta información fue publicada originalmente por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad. |