Con respecto al problema primigenio, la población está metida en un berenjenal sentimental y se ha dividido, sobre todo por las hijas de Rogelio que han salido al paso en defensa de su padre y la información negativa que se ha dado a conocer acerca de la personalidad de la madre. Pero por otro lado están aquellos que consideran que si Rogelio se hizo justicia por su propia mano y golpeó a la esposa, debe ser castigado por ello.
Estamos frente a un caso muy difícil que sólo los jueces podrán dilucidar. Aquí no funciona aquello de ‘¿Qué dice el público?’, sino esperar un debido proceso y un juicio justo.
Por otra parte, quien salió en defensa de su ex colaborador fue el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien publicó en sus redes sociales: “No intervengo en temas de Veracruz, pero ante la injusticia todos tenemos el deber moral de alzar la voz, por eso lo hago… Rogelio es un preso político, no es un delincuente; hay que decirlo con todas las palabras, es un líder social que se opone -como muchos veracruzanos- a un gobierno que lleva a nuestro Estado al desastre… Ser opositor al gobierno no debiera ser delito, pero en Veracruz lo es, y quienes se atreven a oponerse pagan las consecuencias con su libertad o con su propia vida, como cada día lo vemos”.
Las presiones políticas continuarán por el lado de no haber respetado la existencia de un amparo y por otro un gobierno que está empeñado en que las leyes se cumplan.
A ver quién se dobla primero.
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