Los Tratados de Córdoba –añade- son el reflejo del gran esfuerzo político por alcanzar un ajuste entre diferentes intereses, con la responsabilidad por validar ideas plasmadas en el movimiento de independencia.
Destaca también que en los Tratados de Córdoba se reconocieron los territorios que pertenecieron anteriormente a la monarquía y se instauró una nación soberana e independiente como Imperio Mexicano con la condición monárquica constitucional moderada.
A diferencia del Plan de Iguala, precisa Rubén Ríos, los Tratados de Córdoba no fueron solamente el reconocimiento de la unión de las fuerzas insurgentes y realistas o el concilio de intereses entre la Colonia y la Corona Española, sino un cuerpo jurídico estructurado que siguió siendo utilizado hasta la formación del Primer Congreso Constituyente Mexicano.
Al ponderar los Tratados de Córdoba como un documento fundamental que abrió camino a la independencia nacional y, junto con esto, la conmemoración por los 200 años de su firma y promulgación, el legislador puso a consideración de la Diputación Permanente su propuesta. |