Dijo que se reunieron por la tarde de ese día y que “ambas refrendaron el trabajo coordinado para avanzar en la construcción del Estado de Derecho en el país y en Veracruz”. ¡¿What?! ¿Qué hacía en Xalapa en pleno día laboral?
¿Refrendar el trabajo coordinado? ¡Ah caray! En primera, no se sabía que la ingeniera petroquímica también la hiciera de licenciada en Derecho. ¿Es que acaso la señora, en su loca carrera política, ha decidido revivir aquel famoso dicho que estuvo de moda en Xalapa en el siglo pasado de que hoy cualquiera es licenciado mientras no demuestre un modo honesto de vivir?
En segunda, ¿qué tiene que hacer una funcionaria federal del ramo de energía en la sede del Poder Judicial de un estado, supuestamente autónomo? ¿La titular del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz se coordina, acaso hasta se somete, con una secretaria federal que no tiene nada que ver con el Derecho ni la judicatura?
¿Es que acaso doña Isabel Inés “construye” el estado de Derecho en el país y en Veracruz con la ambiciosa e irrefrenable zacatecana? Por lo que se vio, no se respeta ni se da a respetar permitiendo que invadan su esfera de poder, autónoma, y que la utilicen para propósitos propagandísticos preelectorales. Pobre mujer, hacen con ella lo que quieren.
Luego, hacen parecer al gobernador Cuitláhuac García Jiménez como un pelele o como un florero, haciendo precampaña en forma adelantada delante de sus propias narices, sin respetarlo ni respetar su tiempo ni su espacio, porque en la ortodoxia política nadie le debe ni le puede venir a hacer ruido. Si él lo permite porque no se da cuenta de lo que hace o por inexperiencia, la otra parte lo debe cuidar no exhibiendo su ingenuidad ni su falta de experiencia.
Si Isabel Inés se “coordina” con Nahle, que no tiene nada que ver con el Poder Judicial de Veracruz, ahora se entiende por qué el verdadero desmadre que se traen ahí desde el año pasado y las arbitrariedades que se están cometiendo contra los magistrados que tratan de mantener su autonomía a toda costa y hacer valer el Estado de derecho.
La zacatecana es aspirante a la candidatura y a la gubernatura, ni siquiera es precandidata formal y ya actúa como gobernadora entrometiéndose, invadiendo la autonomía del Poder Judicial. ¿Se imaginan si llega a la gubernatura lo que le espera a Veracruz? Entonces hasta extrañaríamos a Cuitláhuac y lo veríamos como una verdadera alma de Dios.
(De la columna "Prosa aprisa") |