Sorpresivamente la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, Isabel Inés Romero Cruz, soltó una serie de petardos que dejaron llorando las cortinas del Poder Judicial. Lo anterior al asistir a realizar la guardia de honor ante el monumento de Miguel Hidalgo, como parte de los festejos patrios de septiembre.
Para empezar, y como para meterle ritmo a sus declaraciones, dijo que efectivamente hay al menos diez jueces que se encuentran sometidos a investigación por presuntos actos de corrupción.
Así, contundente y sin temor, Isabel Inés Romero Cruz adelantó que hasta el momento hay dos jueces separados de sus funciones, y pronto separaremos a otro, abundó. Pero varios más ya están fuera y tres o cuatro más que al verse copados renunciaron. “Y es que en mi mandato se acabaron los protegidos y combatimos la corrupción con la ley en la mano”, aseguró la magistrada presidenta.
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Al preguntarle los reporteros si entre esos diez jueces que mencionó se encuentra el que hace poco fuera mencionado en una conferencia de prensa por el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, por presuntamente haber recibido 3 millones de pesos para la liberación de una persona relacionada con el asesinato del exdiputado local Juan Carlos Molina Palacios, la magistrada respondió que sí y que ya fue separado de su cargo y que está siendo investigado. “Estamos investigando y en su momento debido se sabrá, yo voy a dar los nombres de los jueces que han sido cesados”, recalcó.
Y pues solo como un dato cultural, se apreció que la ya famosa magistrada presidenta del Poder Judicial no es, ni por asomo, una persona débil, ni que le suden las manos para decir claramente que con ella no van a poder, a pesar de lo que digan, ella va de frente para abatir la corrupción que ha permeado en el Poder Judicial de Veracruz.
Fotografía de Eliseo Ignacio Tejeda Olmos
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