En ocasión de este aniversario el miércoles pienso estar, como un mexicano y como un militante de Morena más, en el Zócalo de la Ciudad de México escuchando el mensaje del Presidente y celebrando sus logros con miles de compañeras y compañeras.
A la mitad del camino es un buen nombre para el libro que el Presidente López Obrador presentó recientemente. Estamos a la mitad, no sólo en el calendario, sino a la mitad de la Transformación, que ya avanzó, pero sigue teniendo pendientes.
Acudiremos al Zócalo a reconocer el trabajo de nuestro Presidente y a confirmar que ahora confiamos en él más que nunca, porque habiendo llegado al Poder hizo algo muy difícil: conservar su palabra y cumplir lo que comprometió.
Como pocas veces en la historia de México, las mexicanas y mexicanos sabemos que tuvimos razón en confiar en Andrés Manuel y que, si volviéramos el tiempo atrás sabiendo lo que ahora sabemos, votaríamos por él con más entusiasmo y decisión.
Los opositores, los que perdieron sus privilegios y a los que se les cayó o estar por caer su negocito a costillas del pueblo, siguen cada vez más enojados. Ese también es un buen termómetro de que el país está bien. Si a los ladrones de siempre les va mal, significa que a los demás nos tiene que ir bien.
Personalmente, estoy convencido de que seguir a la Cuarta Transformación y volverme parte de ella ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida, porque cuando mi hija crezca en un país y un Estado arrancado de las garras de los corruptos, sabré que hice lo correcto.
*El autor es Diputado Local. Presidente de la Junta de Coordinación Política.
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