El Comité Coordinador del Sistema Estatal Anticorrupción está integrado por los titulares del ORFIS, la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, el IVAI, el TEJAV, de la Contraloría General del Estado, y del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial de Veracruz. Con esa conjunción de autoridades encargadas de combatir la corrupción, cualquiera diría que no habría forma de que nadie se les pelara.
Sin embargo, la terca realidad se impone. El SEA no ha dejado de ser una agencia de colocaciones, llena de estudiosos de ese fenómeno llamado “corrupción”, pero que no tienen oportunidad alguna de marcar la diferencia.
Para nadie es un secreto, por ejemplo, que la propia Contralora General del Estado, Mercedes Domínguez Santoyo, menosprecia el Sistema pues ella pasó por el Comité de Participación Ciudadana y desde que asumió el cargo de Contralora se esforzó más en buscarse prietitos en el arroz en las actas de las sesiones, que en promover modificaciones de fondo que le dieran dientes suficientes al SEA.
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Lo que acaba de pasar, con la destitución del Secretario Ejecutivo, Carlos Quiroz Sánchez, es sintomático de lo que sucede en el SEA, pero sobre todo, es riesgoso pues no es nada común que un funcionario público sea cesado con base en “falta de compromiso” e “ineficiencia”. En dicho despido se ve la mano de Mercedes Santoyo Domínguez, quien de cada tres palabras que usa en sus discursos, dos son relativas a la eficacia y la eficiencia, términos que no todos logran diferenciar.
¿Por qué fue despedido por “ineficiencia” y no por “ineficacia”? Sencillo, porque si de ineficacia habláramos se tendría que ir medio personal del SEA… y ya encarrerados hasta medio personal de la Contraloría, comenzando por la propia Contralora Mercedes Santoyo Domínguez, quien luego de su Comparecencia ha dejado de manifiesto que tal vez es eficiente, pero que lo que de plano no es, es ser eficaz.
Peligroso precedente se ha dejado en el SEA al despedir a Carlos Quiroz alegando razones tan subjetivas como la “ineficiencia” y “falta de compromiso”, a ver si no les sale el chirrión por el palito y el día de mañana vemos una oleada de despidos “justificados” por las mismas razones. |
