Marcelo Ebrard Casaubón, cuya capacidad de desdoblamiento político es prolífica e innegable, no ha desaprovechado la oportunidad que le dio el presidente y poco a poco se ha ido consolidando como una especie de Vicepresidente en el Gabinete legal.
Marcelo Ebrard ha sido una especie de ‘utility’ para AMLO resolviendo encomiendas sin levantar polvo, con eficacia y eficiencia, pero sobre todo sin crear enemistades en el gabinete por su aguda sensibilidad que le ha permitido caminar sin tropiezos ni crearle infiernitos innecesarios ni escándalos políticos al presidente.
Lo anterior no ha pasado desapercibido para quienes como él, aspiran a la candidatura de MORENA y sobre todo los de la oposición, quienes no dejan de estar pendientes de sus éxitos políticos internos e internacionales para crearle situaciones mediáticas que al interior del gabinete no se dan, como aquel inmerecido mote de ‘florero’ que le endilgaron algunos columnistas a la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, debido a que Marcelo Ebrard realizaba según ellos gestiones que le correspondían a la exmagistrada.
Incluso no faltaron los que adelantaban el relevo en Gobernación y no faltó el amarre de navajas para calentarle la silla a Doña Olga.
Por ello, cuando AMLO se trajo desde Tabasco a su paisano Adán Augusto López Hernández para la Secretará de Gobernación, esos temas se enfriaron como por encanto; aunque iniciaron otros que dejaban entrever que con la llegada de Adán, Marcelo Ebrard dejaría de ser la estrella del gabinete legal de AMLO.
Pero eso no ha sucedido. Marcelo y Adán son gente madura con tapones de cera bien puestos en los oídos, aunque se debe reconocer que el propio AMLO se ha encargado de confiarle a su paisano Adán Augusto López Hernández riendas de muy alto nivel que de hecho no le aflojaba a Olga Sánchez Cordero.
Sin embargo, Marcelo Ebrard continúa ejerciendo puntual seguimiento a diversos temas torales y de alto nivel de coordinación institucional que AMLO depositó en sus manos con la misma soltura y eficiencia.
No es gratuito que Darío Celis, uno de los columnistas más reconocidos a nivel Nacional, en su columna de este sábado que se publica en El Financiero describa a Marcelo Ebrard como ‘El Salmón’.
Darío Celis lo describe así debido a que ‘Su carrera –de Marcelo- ha estado marcada por una serie de altibajos, cambios y momentos de suma dificultad. Ha pasado de vidas palaciegas a la soledad del autoexilio, para después volver al primer plano de la escena política’.
Sin embargo, Marcelo -como bien dice Darío Celis- ha vivido nadando en la política como un salmón, siempre cuesta arriba.
Difícil ha sido la carrera política de Marcelo Ebrard, pero como el ave fénix ha sabido regresar por sus fueros con dignidad y nuevas fuerzas. No pocos pensaron quizá en aquel 2012, que Marcelo caería y sería su debacle política después de perder la candidatura del PRD a la presidencia en una cerrada competencia política contra Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo Marcelo Ebrard reconoció con dignidad y altura que las encuestas internas no le favorecían y le abrió el paso al tabasqueño.
Las primeras palabras de Ebrard al conocerse el resultado de las encuestas internas en el PRD para escoger a su candidato a la presidencia fueron: “Soy leal. Podría empecinarme, ir a las internas. Pero ¿Dónde queda la congruencia? Sería un suicidio para la izquierda. El camino está antes que el deseo, el mayor de los éxitos a Andrés Manuel”.
La respuesta de AMLO fue de agradecimiento y reconocimiento al referirse a Ebrard como “un buen amigo y compañero, un dirigente político extraordinario que ha demostrado anteponer sus aspiraciones personales por el interés general. En ese momento AMLO comparó a Ebrard con Ulises, de la obra literaria La Odisea, por no dejarse cautivar por el canto de las sirenas.
Es decir, Ebrard no ha perdido la congruencia, sigue siendo leal a la izquierda y sigue siendo un dirigente político extraordinario como le reconoció AMLO.
Por eso hoy que la izquierda triunfó, está con AMLO en el gabinete. Por eso ejecuta acciones de gobierno que solo a un amigo se le pueden encomendar.
Por ello, Marcelo Ebrard es hoy uno de los más serios aspirantes a la candidatura de MORENA a la presidencia que se disputará en el 2024. Es un político calado en las buenas y en las malas, en las que AMLO sabe que puede depositar las riendas del país para consolidar la 4T.
Por lo anterior es que desde ahora AMLO ha depositado toda su confianza en Ebrard como si fuera el Vicepresidente en su gobierno.
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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES") | 
