En el comunicado oficial emitido por el Gobierno del Estado se establece que “en una entrevista el acuario reconoció que se les murió el manatí y queda evidenciado que en su momento ocultaron dicha información; que no la hicieron formalmente a la opinión pública, persisten en ocultar la disposición final del cadáver y se presume intentaron deshacerse del él de manera ilegal”.
Además, se instruye que en menos de 48 horas se reabra el acuario y que se presente en un plazo máximo de 20 días un Plan turístico para el Acuarium que incluya, entre otras, la entrada gratuita una vez al mes (el segundo martes de cada mes excepto los meses de julio y diciembre; y quedan exceptuados los días de carnaval y Semana Santa), entre otras medidas.
Ante lo anterior, queda pendiente la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ante quien, por protocolo, la Procuraduría Estatal tuvo que notificar y consignar los hechos y violaciones a la ley por lo que tomó la determinación de la clausura temporal, para que se deslinden las responsabilidades en que pudiera haber incurrido la Administración extinguida, así como el cuerpo directivo y operativo del Acuario.
Es decir, el tema no termina con la extinción decretada sino que se deslindarán las responsabilidades y, desde luego, que en medio de todo irán auditorías integrales para conocer el destino de los recursos que se obtuvieron durante la operación del Acuario.
¡Vaya lío! A ver cuántas sorpresas esperan a los veracruzanos luego de la cerrazón para informar de parte de los administradores de ese concurrido centro turístico del Puerto. |