En la mañanera de hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo oficial que México le cierra la puerta al maíz transgénico y al glifosato, todo ello a pesar de las presiones estadounidenses para que estos productos sean importados y consumidos en nuestro país.
“Se está trabajando con las autoridades de ese país, sin embargo, no se ha demostrado que estos productos no dañen la salud de la gente. Por encima de lo comercial debe estar la salud. Hasta ahora han ido entendiendo. Nosotros tenemos producción suficiente de maíz blanco para consumo humano, no necesitamos importar, lo que estamos pidiendo es que el maíz transgénico no se mezcle y se haga harina de maíz, y se está investigando. No hay ruptura, es fijar nada más que no se permite el transgénico para el consumo humano”.
Y es que desde hace años han entrado de contrabando al país, cientos de miles de toneladas de transgénicos norteamericanos al país.
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Lo extraño es que en anteriores gobiernos el discurso oficial se oponía a ese tipo de prácticas pero no lo detenía y se hacían de la vista gorda, pero ahora que el actual gobierno le cierra las puertas se pone el grito en el cielo argumentando que no está demostrado que el maíz transgénico sea dañino para consumo humano.
Así son las cosas, no de los mexicanos, pero sí de la política. |
