En el mes de la Salud Integral de la Mujer, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte alerta sobre la importancia de la salud mental, con la finalidad de que las mujeres puedan detectar sus propios cambios y acercarse a un especialista en caso de considerarlo necesario.
"Es importante saber que nuestra salud mental está relacionada con la forma de vivir, de alimentarnos, cuidarnos, nuestros trabajos etcétera. No podemos encasillar a estos cambios debido a los ciclos hormonales pues es aún mucho más complejo", explicó la psiquiatra del Hospital General de Zona (HGZ) No. 71, doctora Julissa del Rosario Ibáñez Ruelas.
Las mujeres tienen una mayor prevalencia a presentar cuadros depresivos, ansiedad, somatizaciones, trastornos del comportamiento alimenticio, muchas veces ocasionados por presiones sociales, cambios de humor y sentimientos de depresión que pueden surgir en las diferentes etapas de crecimiento de la mujer como pubertad, problemas premenstruales, en circunstancias sociales o núcleos familiares.
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"Muchas mujeres dedican la mayor parte del tiempo al trabajo, lo que puede significar una rutina con diferentes actividades que nos ayuda a canalizar el estrés o incluso sentirnos importantes y necesitadas. También el trabajo doméstico nos permite tener un tiempo libre, por lo que es importante involucrar a la pareja o familia para que dicha actividad no genere presión o depresión al albergar sentimientos de soledad", dijo Ibañez Ruelas.
Durante el embarazo o postparto no solo ocurre con cambios hormonales drásticos, sino todo un cambio de rutina que envuelve a la mujer, sus responsabilidades crecen, rutinas se cambian por otras y el sentimiento de vacío da lugar a cuadros depresivos o de ansiedad, también estos cuadros pueden ser más constantes cuando la mujer pasa la menopausia, otro factor que aumente el riesgo de depresión en mujeres.
Es importante el detectar los siguientes síntomas y buscar a un especialista para un mejor diagnóstico en caso de presentar dudas sobre el comportamiento o sentir propio: sentimientos continuos de tristeza, culpa, desesperanza, perdida de interés en las cosas, cambio en los patrones de sueño, fatiga o dolor de cuerpo sin causa aparente, problemas para concentrarse, cambios en el apetito que causen pérdidas o aumento de peso importantes y pensamientos desalentadores o suicidas. |