Los 7 nombres llamados a cuentas usted los conoce y los conoce ya muy bien… cuando menos si medio ha estado enterado de lo que el gobierno ha hecho en los últimos años. Se trata, se dijo en la mesa, de nombres muy conocidos como los de Tomás, Salvador, Carlos, Fernando, Gabriel, José Francisco y Carolina, cuyos apellidos ya los conoce también pero que hay que resguardar con la letra ‘N’, no vaya siendo que los quemen mediáticamente a los pobrecitos.
Los sabios bebedores de café apuestan doble contra sencillo que dichas órdenes de aprehensión no fructificarán por varios motivos.
Una. Los presuntos delitos ya deben haber prescrito y cualquier abogado o Juez Federal los echará abajo con 7 amparos.
Dos. Varios de los que salieron premiados en la tómbola del Juez de Control de Veracruz, ya cuentan en su contra con otras órdenes de aprehensión sin que hasta la fecha les hayan sido ejecutadas. Así que estas nuevas órdenes de aprehensión es más que probable que corran la misma suerte, es decir, que no sean ejecutadas.
Tres. El objetivo más que legal o de querer hacer justicia, debe ser el de levantar polvo político, en plena selección de candidatos para el 2024 e impedir que con las talegas llenas de dinero metan las manos en el proceso electoral que viene.
Vaya, tan mediático está el asunto que hasta el mismo Javier Duarte se apresuró a expresar vía redes sociales: “¿No es mucha coincidencia que cada vez que sale a relucir el nombre del pederasta de #Yunes en Palacio Nacional por las fechorías que ha hecho se desata una campaña mediática en contra mía y de mis excolaboradores?”.
Pobrecillos, ¿Verdad?
Así que esta mañana los canillazos son para aquellos ilusos que piensan que alguno, o todos de esos excolaboradores de Javier Duarte, ahora sí pagarán sus viejas cuentas con la justicia.
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