Esta mañana los sabios bebedores de café conversaron sobre los reveladores comentarios que se hacen en la Columna “Templo Mayor”, del Reforma.
Y es que, al parecer, a los altos capitales privados no les pareció el agandalle que hicieron los dirigentes políticos que respaldan a su candidata presidencial, Xóchitl Gálvez.
Y es que cuando menos Alito, Marko y Jesús Zambrano, le hubieran tapado el ojo al macho al agandalle y le hubieran dado posiciones de privilegio en las plurinominales a una decena -como mínimo- de distinguidos representantes de ONG’s de prestigio a los que ya se les conoce como representantes de la Sociedad Civil, para darle el respaldo apartidista a Xóchitl Gálvez.
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¡Pero no! Los dirigentes partidistas buscaron asegurar el futuro económico y político para ellos, sus amigos, amigas, familiares e incondicionales, y le cerraron el paso a la Sociedad Civil al Congreso de la Unión, donde más que criterios partidistas se necesitan criterios sociales y el punto de vista de la ciudadanía.
Así, en Templo Mayor se comenta que “EXISTE inconformidad entre varios grupos de la sociedad civil que le dieron el impulso inicial a Xóchitl Gálvez, para convertirse en la candidata opositora la Presidencia… SE QUEJAN de que, lejos de abrirle espacios la ciudadanía, la alianza integró sus listas de candidatos con las nomenklaturas de los partidos y hasta en el equipo de campaña, se ven pocas caras nuevas. Pareciera que el mensaje a los colectivos civiles es: "ustedes pongan los votos, que nosotros pondremos a los de siempre”… DE AHI que algunos se preguntan si vale la pena que Xóchitl Gálvez siga cargando con las burocracias parasitarias, perdón, partidarias o si, de plano, es tiempo de sacudirse de ellas”.
Quien diga que sí, que ya es tiempo de sacudirse a las burocracias partidarias, que levante la mano y le tire de canillazos a los gandallas dirigentes políticos del PAN, PRI y PRD.
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