Omar García Harfuch quizá busque más adelante ser candidato a la jefatura de la CDMX, mientras que Ebrard no tendrá otro objetivo más que ser presidente en el 2030, sin pasar en ningún momento por la Secretaría de Gobernación, situación que lo confrontaría con Sheinbaum.
La próxima dirigente de Morena, Luisa María Alcalde recibirá instrucciones consensuadas tanto de AMLO como Sheinbaum, porque en realidad el auténtico competidor de Ebrard hacia el 2030, en este momento, es Andrés Manuel López Beltrán y nadie más.
El otro acuerdo (además del que sostienen la presidenta electa y Ebrard), es el de AMLO y Sheinbaum por impulsar a uno de sus hijos rumbo a la silla de Palacio Nacional. El otro gran sueño del tabasqueño es que un nuevo “Andrés Manuel López” llegue al mismo sitio donde él despachó.
Veremos qué ocurre, y si en verdad ocurre.
X: @aaguirre_g
(COLUMNA "AL RESPECTO") |