.- El día que López Obrador levantó el brazo a Sheinbaum y le dio un beso en la mejilla, ahí, afuera de Palacio Nacional, fue cuando momentos antes, en una reunión de camaradería, el presidente (visiblemente satisfecho) le aseguró que “no buscaría nunca intervenir en sus decisiones aunque algo no le cuadrara”.&nbs... |