.- De buenos gobernantes, al crecer el odio y los rencores, se ha pasado a exigirlos PERFECTOS, pero no solo a ellos sino también a sus familiares, descendientes, ascendientes, cónyuges y hasta vecinos de colonia y paisanos.
Triste pero así es, o mejor dicho qué pena, que ante la falta de argumentos para calificar a su conveniencia, la gestión d... |