.- Un joven se acerca a un repartidor para preguntarle por una dirección y, cuando éste le da algunas indicaciones, le dice: “pero vamos a ver, caranchoa…”. El lenguaje corporal del repartidor se asemeja de pronto al de un depredador a punto de atacar, pero el casi adolescente de apariencia escuálida trata de calmarlo con una sonrisa y con l... |