| .- No sabemos a ustedes, pero a nosotros nos llega un olor a Navidad… y también a tarjetas tronadas, salario evaporado y espíritu festivo pagado en 24 meses sin intereses.
Las plazas, a reventar; los estacionamientos, convertidos en ritual de paciencia; y las tiendas, felices anunciando las últimas ventas nocturnas del año, como si nos estuviera... |