.- No son pocas las ocasiones en las que nos morimos por huir del mundanal ruido de nuestra vida, por encontrar un lugar en el que nadie nos encuentre, por parar el mundo por un rato y bajarnos en la siguiente estación. Y cuando nos rendimos a esos intensos deseos descubrimos que desconectar, en nuestro mundo globlal, no es tan sencillo y que, cuando lo conseguimos, volvemo... |