.- Cuando se ha perdido la capacidad de asombro con respecto a la brutalidad de la violencia, nada puede salir bien.
Y es que aunque en México parecieran estampas cotidianas los embolsados, ensarapados, colgados, desmembrados, amputados, secuestrados o cualquier otra peregrina manifestación de la crueldad humana, de pronto brincan como liebres las estampas de ... |