Como ha sido característica de la Administración Federal que tiene bajo su responsabilidad Andrés Manuel López Obrador (AMLO), las promesas que se hacen simple y sencillamente no se cumplen, así tenemos que el delicado e importante asunto de las vacunas contra el Covid-19 está convertido en todo un desastre, en dónde quienes estamos pagando las consecuencias somos todos los mexicanos.
Sí, todos los mexicanos que habitamos en este aún hermoso país. Donde los que más sufren son los calificados mañosa y engañosamente como “pueblo sabio”, pasando por lo que queda de las llamadas clases medias, hasta pequeños grupúsculos de la calificada como clase alta. Porque como es lógico, la pequeña clase más privilegiada del país tienen los recursos económicos para no tener que enfrentar esta lastimosa situación.
El origen del problema, cada día que pasa, se descubre más quién o quiénes son los culpables. Pues las evidencias son también cada día más claras, al grado tal que ya no hay a quien cargarle la culpa. Como es del conocimiento de todo el país y también del extranjero, la culpa la tienen los dirigentes del sector salud del Gobierno Federal, por su torpeza e incapacidad en el manejo de tan delicado tema. Encabezando al macabro grupo el doctor Alcocer, titular del ramo y su achichincle, Hugo López-Gatell, quiénes quiérase reconocer o no, reciben órdenes directas y únicas de su guía moral, espiritual y ahora también científico, el de la “gran fuerza moral”, AMLO.
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Así tenemos como parte de los últimos acontecimientos relacionados con las vacunas, que la Organización Mundial de la Salud (OMS), por medio de su dirigente, dio a conocer hace unas semanas que el gobierno de México, trato de ser beneficiario del programa COVAX de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que consiste en dar gratuitamente a países pobres el medicamento sin costo alguno, pero no se le permitió y que a la fecha (hace un mes aproximadamente), no había contratado compra alguna con las farmacéuticas que están fabricando el medicamento.
Situación que también en las mismas fechas fue denunciada en las redes sociales por la senadora del Partido Acción Nacional (PAN) Lily Téllez. A lo que agregó, que las cantidades de dosis que estaban llegando al país, eran las donaciones que estas empresas internacionales fabricantes de medicamentos, enviaban a los países que ofrecían hacer las pruebas de la fase tres, en su población. Seguramente esta fue la razón, del porque el primer embarque que llegó a nuestro país el pasado 24 de diciembre al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), fue tan pequeño, de solamente tres mil dosis, para un país de 126 millones de habitantes. Embarque al que por cierto se le hizo un recibimiento como de Jefe de Estado. Y si lo recuerda estimado lector, más o menos de esas cantidades siguieron llegando medicamentos. Pero algo inusitado sucedió, así nada más, la desprestigiada administración morenista, de repente declaro que las compras de vacunas que se habían hecho hasta esas fechas, se declaraban reservadas por cinco años, por lo delicado del asunto. Lo que por donde se analice no tiene justificación alguna, más que la de ocultar las mentiras de que se han hecho compras. Y por el momento así quedo el asunto.
Siendo que la realidad a partir del pasado mes de enero es la siguiente: Pfizer, suspendió la entrega hasta el próximo 15 de febrero por las adecuaciones que están haciendo a su planta de producción y no porque como dijo AMLO, se tengan que donar vacunas a países pobres de las que estaban destinadas para México. Por lo que corresponde a AstraZeneca, el pasado miércoles 20 de enero llegó a nuestro país, la sustancia activa con la que se van a producir 77.4 millones de dosis, las que estarán disponibles hasta el próximo mes de abril. La empresa China CanSinoBIO, todo indica que llevó a cabo en nuestro país la experimental fase tres en 15 mil voluntarios, pero aun el organismo nacional encargado de autorizar su uso, la Cofepris, no lo ha hecho, la razón no la han dado a conocer. Aunque podría ser, especulando, que no ha habido moche. Y la Rusa Sputnik V, aún está en fase tres, no se tiene suficiente información al respecto, siendo que deberían haber llegado a México 400 mil dosis, pero no fue así. Y también no ha sido autorizada por Cofepris. En cuanto a la alemana, CureVac ya llegó a nuestro país el pasado martes 26 para que se ensaye la fase tres, en la Ciudad de México (CDMX), Querétaro, Guadalajara y Monterrey, requiriéndose tres mil voluntarios.
Por el momento este es el penoso panorama de nuestro país en cuanto al combate a la pandemia de Covid-19. Se han recibido 766 mil 350 vacunas. Aplicado, 657 mil 842. Hasta el pasado sábado 30 de enero había 158 mil 74 mexicanos fallecidos y un millón 857mil 230 contagiados (cifras oficiales de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal). Cantidades fatales con las que nuestro país se mantiene en el tercer lugar mundial de muertos.
Siendo que gran parte de la aplicación de estas vacunas que deben estar destinadas al personal médico de hospitales públicos y privados, por ser este personal que está al frente de la batalla, en la actualidad cruel e irresponsablemente, por órdenes del Ejecutivo Federal, están siendo aplicadas al ejercito electoral de Morena, los llamados ridículamente Siervos de la Nación, que no son otra cosa que empleados federales encargados de repartir los llamados programas sociales. Y que también irresponsablemente los han inmiscuido en las cuadrillas de vacunación, sin definir cuál es su actividad ahí, porque enfermeros y médicos, no son. Entonces, será que pedirán el voto a cambio de la vacuna. Hay que esperar para ver. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com (Fech. Púb. Lun. 1-febrero-21) |