COMO andará la ansiedad política del primer mandatario de la nación, que hace apenas unas cuantas horas voló en una aeronave de la fuerza aérea nacional, por un tiempo aproximado de quince minutos, del aeropuerto internacional hacia el nuevo aeropuerto de Santa Lucía, base aérea de las fuerzas armadas de México, donde, propiamente, estuvo inaugurando esta importante obra de su gobierno, ya que aterrizó con parte de su equipo de colaboradores, en una de las pistas ya terminadas de este nuevo complejo aéreo que sustituye, prácticamente, al cancelado proyecto del nuevo aeropuerto de Texcoco.

 Vaya que se le queman las habas al mandatario nacional, sabiendo que en este momento se encuentra en la antesala de las elecciones del seis de junio de este mismo año, entendiendo que debido a varias circunstancias, entre ellas, su contagio de coronavirus que le impidió por algunos días estar presente en su constante proselitismo político que lleva a cabo a través de las mañaneras, conferencias de prensa, durante las cuales gusta de aparecer ante los mexicanos para promover a su gobierno, a su partido y particularmente a su persona, más allá de la responsabilidad que tiene como Presidente de la República.

 El corto viaje realizado, principalmente, volando sobre la ciudad de México, fue para demostrar, en cierta forma, que su proyecto de aeropuerto ya está funcionando y que no tiene problemas para el aterrizaje de las naves, de manera especial, las que son de gran tamaño. Sin embargo, esto no le quita el hecho de que el nuevo aeropuerto siga considerándose un capricho presidencial que le está saliendo muy caro al pueblo mexicano, pues la cancelación de la obra anterior, por el solo hecho de no ser un proyecto de su propia administración, ha generado enormes costos por el cumplimiento de los contratos que ya se habían otorgado por la administración anterior, además de la también enorme pérdida de recursos económicos por el avance de la obra, por la inversión hecha y por todos los conceptos que la misma obra representaba,

 Dentro de poco, seguramente, la ampliación de la base aérea de Santa Lucía, se convertirá en un aeropuerto internacional con las dos características de uso, pues por un lado será de carácter civil, mientras que por la otra seguirá siendo como parte de las obras estratégicas del ejército, pues estas operaciones castrenses no se trasladarán a ninguna otra parte, lo que implica, de alguna manera, un cierto control militar en dicha zona, desde donde se pueden plantear miles de interrogantes, respecto a la presencia física del ejército, con lo cual aumenta, en cierta forma, la creencia de que el país se encuentra transitando hacia un gobierno dictatorial.

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 HIPÓLITO, UN CASO PERDIDO.

 PARECIERA MENTIRA, pero Xalapa, la capital del Estado, ha tenido en sus tres años de gobierno municipal, un evidente retroceso.

 No hay nada que pueda justificar la falta de acción de un alcalde que nunca estuvo preparado para poder gobernar a un municipio de estas dimensiones, que ahora, por todo lo que ha estado sucediendo, ya se ha colocado como uno de los casos  más importantes en la vida política de Veracruz.

 De nada sirvió que también, a una corta distancia, un Gobernador del mismo partido, esté despachando, sin que hubiera acudido en apoyo del Presidente Municipal, más, por lo que se sabe, han guardado, los dos, sana distancia y no precisamente, por el posible contagio del coronavirus, sino porque la misma tendencia de no percibir, para nada, la responsabilidad que tienen frente a un pueblo como Xalapa, los mantiene alejados.

 Nunca se ve, por lo menos es lo que se sabe, que el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, atraviese el parque Juárez, para dialogar con el Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, que por lo que me cuentan, es de origen xalapeño, lo que pudiera haber influido para que los dos buscaran, siquiera, uno de tantos beneficios para la capital veracruzana.

 Por lo tanto, Xalapa, ha perdido tres años de oportunidad para crecer, gracias a que también, el propio alcalde, que nadie conocía, ni conocen todavía los ciudadanos de esta capital veracruzana, se convierta en un mero caso perdido.

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 EN PALACIO DE GOBIERNO, ¿SE PONDRÁN LAS PILAS?

 FALTAN, APROXIMADAMENTE, tres meses, para que llegue la celebración de las elecciones, las que dicen, serán las más importantes desde hace mucho tiempo, debido a la conjugación de grandes esfuerzos, por parte de la oposición, para recuperar los espacios perdidos, así como las propias estrategias del partido en el poder para mantenerse presentes en la confianza popular.

 Y he aquí la parte más importante dentro de este proceso, es decir, mantener la confianza popular, porque hasta ahora, todo parece indicar que los gobiernos emanados, precisamente, del partido en el poder, no han aprovechado la oportunidad política que les otorgó el pueblo mexicano, y veracruzano, en lo particular, para gobernar al país y al Estado, con la finalidad de salir adelante, dejando atrás amargos episodios de la política y de la propia administración nacional y estatal.

 La pregunta, ¿Morena, junto con sus gobernantes, se pondrán las pilas en estos días que faltan para las elecciones?.

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 Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.